Mucha gente del mundo del fitness me ha preguntado sobre mi experiencia en Estados Unidos. ¿Fue productiva?, ¿merece la pena la inversión?, ¿realmente hay tanta diferencia entre lo suyo y lo nuestro?... Sí, sí, sí....
Ver de primera mano los mejores centros deportivos del mundo, aprender con los mejores entrenadores, ver la cultura deportiva que tienen allí... Por todo eso y mucho más, sí, merece la pena!
Fueron cuatro ciudades en 6 semanas (Nueva York, Boston, Chicago y Miami):
- Nueva York. Primera parada del viaje. Formación privada con uno de los mejores entrenadores personales del país, Michael González-Wallace. Su método de entrenamiento, Super Body Super Brain no me dejó indiferente. Excelente en el trato que me dio, en el material que me proporcionó (libro en inglés, manuales en español, dvd's en ambos idiomas...). Ejercicio para el cuerpo y la mente divertido, dinámico, con diferentes niveles de intensidad, adaptado para todos los públicos (desde niños hasta ancianos), increíbles resultados con autistas. Definitivamente, un grandísimo acierto.
Aprovechando los días allí para conocer los impresionantes Chelsea Piers y Reebok Sports Club.
- Boston. Preciosa ciudad, y visita al gimnasio de uno de los "padres" del entrenamiento funcional, Mike Boyle (Body by Boyle). Preciosas instalaciones, trato excelente y jamás hubiera imaginado un gimnasio de esa calidad casi sin máquinas. Bosus, dispositivos de entrenamiento en suspensión, zonas de césped artificial para hacer arrastres, rope training, pliometría, pesos libres... Además, Sports Club/LA (de la cadena de Reebok) con unas increíbles instalaciones, todo a lo grande, clases colectivas inmensas, todo muy cuidado.
La semana que viene, capítulo II: Chicago y Miami.
Y si alguien quiere recomendaciones, opiniones o cualquier otra cosa, que haga un comentario por aquí o a través de mis redes sociales.
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